¿Queremos un parque eólico en nuestra ventana? Lo que piensan los australianos sobre la transición a cero emisiones netas
En la opinión pública australiana sobre el cambio climático subyace una paradoja: si bien existe un claro respaldo general a la adopción de medidas gubernamentales sustanciales para lograr emisiones netas cero en 2050, también existe una gran preocupación por los impactos locales de las nuevas infraestructuras de energía renovable.
El aumento de grupos de protesta en la Australia regional que se oponen a la instalación de parques eólicos y líneas de transmisión, en particular, presenta un serio desafío para el gobierno de Albanese a la hora de comunicar la importancia de la transición a cero emisiones netas al público.
En principio, parece que los australianos apoyan firmemente esta transición. En una encuesta realizada el año pasado para el informe Climate of the Nation del Australia Institute, dos de cada tres encuestados llegaron a decir que nuestro país debería ser un líder mundial en la acción climática.
De manera similar, un estudio de la Universidad de Monash de 2020 descubrió que ocho de cada diez australianos creen que el cambio hacia la energía renovable es inevitable y dos tercios creen que deberíamos exportar energía renovable.
Los estudios también muestran un fuerte apoyo a la producción de energía renovable a través de parques solares: el 90% de los australianos están dispuestos a vivir a diez kilómetros de uno, según un estudio de CSIRO de 2021. Y una encuesta de Guardian Essential de octubre del año pasado encontró que alrededor del 70% de los encuestados apoyaba los parques solares y el 60% apoyaba los parques eólicos tanto marinos como terrestres.
Oposición local a la transición a cero emisiones netas
Pero al mismo tiempo, la instalación de estos mismos parques eólicos ha provocado fuertes protestas locales, especialmente en Nueva Gales del Sur y Victoria. También ha habido un importante rechazo de la comunidad al plan del Operador del Mercado Energético Australiano de instalar 10.000 kilómetros de líneas de transmisión sobre el suelo, que son fundamentales para llevar energía renovable a la red eléctrica. Solo el 35% de los encuestados en la encuesta de Guardian Essential los apoyó.
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En un desafío igualmente serio para la transición a cero emisiones netas, el 70% de los encuestados consideró que la energía renovable no debería desarrollarse “a expensas de las comunidades locales”.
En un intento por abordar estas preocupaciones, la Comisión del Mercado Energético de Australia ha redactado nuevas reglas de participación comunitaria para garantizar que las comunidades participen desde el principio del proceso de diseño de las rutas de las líneas de transmisión.
Los cambios buscan garantizar que todas las partes interesadas obtengan información sobre un proyecto de manera clara y oportuna (incluido asesoramiento sobre cómo pueden desempeñar mejor su papel) y tengan oportunidades de participar regularmente durante la planificación de los proyectos.
Una mirada más matizada a la opinión pública
Puede haber un problema aún más grave que ayude a explicar la tensión entre el aparente apoyo general a las medidas para frenar el calentamiento global y la oposición local a proyectos específicos de energía renovable. Los estudios de segmentación, realizados por primera vez en 2008 por investigadores de las universidades de Yale y George Mason en los Estados Unidos, y reproducidos en muchos países, incluida Australia, son valiosos para explicar esta aparente paradoja.
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Estos estudios dividen las opiniones sobre el cambio climático en segmentos de la población con distintos niveles de preocupación. La investigación original dividió la opinión popular estadounidense en seis grupos: alarmados, preocupados, cautelosos, desinteresados, dubitativos y desdeñosos.
El espectro va desde aquellos más preocupados por el cambio climático y que tienden a tomar más medidas, tanto en su vida personal como política, hasta aquellos que no aceptan que el cambio climático está ocurriendo o sienten que no es algo que debamos abordar.
Una serie de estudios de segmentación realizados en 2011, 2016, 2020 y 2022 por investigadores de Australia y Estados Unidos muestran que los australianos se han vuelto más preocupados con el tiempo. El segmento Alarmado aumentó más del doble entre 2011 y 2022.
Sin embargo, los estudios muestran que diferentes segmentos de la población tienen diferentes opiniones sobre cuándo debemos actuar para detener el cambio climático.
Por ejemplo, el informe Climate Compass 2022 destaca que las personas del segmento Preocupado (el grupo más grande, que comprende a uno de cada cuatro australianos) sienten que el cambio climático es un problema grave, pero que sus impactos se sentirán más en las generaciones futuras. Estos australianos ven el costo de vida como un problema mucho más urgente.
Si bien los datos de las encuestas no muestran si muchos manifestantes contra los proyectos de energía renovable pertenecen al segmento de la población preocupado, sigue siendo esencial explorar estrategias de comunicación que puedan hacer que la gran cantidad de australianos que se identifican como preocupados pasen al bando de los alarmados. Una forma de hacerlo podría ser en los informativos de la televisión de la noche.
Observando más de cerca el clima
En los últimos años, se han batido muchos récords de fenómenos meteorológicos extremos en Australia, desde inundaciones hasta calor. Algunas personas creen que es parte de la vida en Australia y siguen sin ser conscientes de la relación entre el cambio climático y la creciente frecuencia e intensidad de fenómenos meteorológicos extremos. Además, puede resultar difícil traducir fenómenos climáticos complejos a términos que el público pueda entender fácilmente.
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Sin embargo, aunque la investigación no es concluyente, hay pruebas fehacientes de que las inundaciones, los incendios y las olas de calor aumentan la preocupación popular por el calentamiento global al poner de manifiesto la conexión entre el clima extremo y el cambio climático. Las investigaciones de nuestro centro sostienen que los presentadores del tiempo pueden desempeñar un papel más importante a la hora de esclarecer esta conexión. Los australianos consideran a los presentadores del tiempo, junto con los científicos del clima, los agricultores y los bomberos, como las fuentes de información más fiables sobre el cambio climático.
Mirando hacia el futuro
Independientemente de si entendemos por completo las formas en que el cambio climático está afectando a nuestra sociedad, la mayoría de los australianos saben que la situación solo empeorará a menos que hagamos algo al respecto. Ya hemos entrado en la fase de implementación de la transición a cero emisiones netas, pero muchos dudan de que la logremos a tiempo. La encuesta de Guardian Essential mostró que solo el 31% de los encuestados pensaba que era «muy» o «bastante» probable que Australia alcanzara su objetivo de cero emisiones netas.
Por lo tanto, es fundamental intensificar las acciones para transformar nuestro sector energético, pero es igualmente importante que las comunidades participen en la decisión de cómo lograrlo. De ese modo, podemos mejorar el apoyo público y hacer que el objetivo de cero emisiones netas esté a nuestro alcance.