CAMBIO CLIMÁTICO

Los suelos almacenan enormes cantidades de carbono, el calentamiento podría liberarlo

Una de las reservas de carbono más grandes del mundo es también una de las menos glamorosas: la tierra debajo de nuestros pies.

El suelo de todo el mundo probablemente contiene más de 2 billones de toneladas de carbono almacenado, estiman los científicos. Eso es al menos tres veces más de lo que flota en la atmósfera de la Tierra.

Si permanecerá allí es una gran pregunta.

Investigaciones recientes sugieren que el cambio climático puede desempeñar un papel cada vez más importante. A medida que el mundo se vuelve más cálido y húmedo, algunos científicos creen que más carbono puede salir del suelo y pasar a la atmósfera. Eso podría acelerar el ritmo del cambio climático.

Al igual que otras reservas naturales de carbono (bosques, humedales y océanos), el suelo tiene el potencial de absorber carbono del aire o liberar su propio carbono a la atmósfera, según las condiciones ambientales.

Las perturbaciones importantes, como la limpieza de tierras para la agricultura, pueden liberar grandes volúmenes de carbono almacenado en el suelo. Al menos un estudio, publicado en 2017, sugirió que la agricultura ha liberado alrededor de 133 000 millones de toneladas de carbono del suelo en los últimos 12 000 años. Alrededor de la mitad de esas pérdidas probablemente ocurrieron solo en los últimos siglos.

Los científicos creen cada vez más que el cambio climático también es una amenaza.

Investigaciones recientes indican que el calentamiento hace que algunos suelos pierdan carbono a un ritmo más rápido. Los científicos creen que a medida que aumentan las temperaturas, ciertos microbios en el suelo se vuelven más activos. Estos microbios muerden la materia orgánica y liberan carbono en el proceso.

Ahora, un nuevo estudio sugiere que un clima más húmedo también puede acelerar este proceso.

Publicado esta semana en Naturaleza, el estudio analiza los registros a largo plazo de la cuenca del río Ganges-Brahmaputra de la India que se remontan a casi 20.000 años. Durante los períodos más húmedos en la historia de la región, sostiene, la tasa de renovación del carbono del suelo aumentó.

Eso sugiere que más carbono estaba entrando en la atmósfera en lugar de permanecer encerrado en el suelo.

Para realizar su análisis, los investigadores, dirigidos por Christopher Hein del Instituto de Ciencias Marinas de Virginia, recolectaron muestras de sedimentos antiguos extraídos de la tierra. Realizaron análisis de datación por carbono para determinar la edad del carbono dentro de los sedimentos y si la edad del carbono cambió en diferentes puntos a lo largo de la historia.

El carbono más antiguo, durante un período de tiempo determinado, sugeriría que el carbono permanece almacenado en el suelo durante períodos de tiempo más prolongados. El carbono más joven sugiere que se está «girando» a un ritmo más rápido. El carbono más antiguo se libera a la atmósfera, mientras que las fuentes más jóvenes de carbono, por ejemplo, de las hojas que caen o de los organismos que mueren, lo reemplazan.

En las proyecciones climáticas, el futuro de las precipitaciones es una cuestión espinosa. Los modelos generalmente sugieren que algunas partes del mundo se volverán más secas y otras más húmedas. Y en algunos casos, puede ser algo de ambos: algunos lugares pueden ver un aumento tanto en las sequías extremas como en los eventos de lluvias extremas, alternándose en el tiempo.

Además, el nuevo estudio solo analiza un lugar durante miles de años. No está necesariamente claro que otras regiones se comporten de la misma manera o que la misma ubicación responda de manera similar hoy.

Pero puede constituir una bandera roja, algo para que los científicos comiencen a examinar más seriamente. Si el estudio está en el camino correcto, podría apuntar hacia otra retroalimentación climática potencial, donde el cambio climático hace que los paisajes naturales emitan más carbono a la atmósfera, contribuyendo así a un cambio climático aún mayor.

Al mismo tiempo, existe una creciente evidencia de que el calentamiento también puede ser un problema para el carbono del suelo.

Uno de los experimentos climáticos más antiguos del mundo, un estudio de 26 años en un bosque de Massachusetts, analizó parcelas de suelo para averiguar cómo respondían a temperaturas más altas. Parcelas calentadas por 5 grados centígrados parecían perder carbono en fases: una liberación repentina, seguida de una estabilización temporal, seguida de otra liberación, y así sucesivamente.

Los investigadores creen que esta respuesta gradual probablemente refleja la forma en que las comunidades microbianas cambian y se adaptan al cambio ambiental. Las parcelas calentadas perdieron alrededor del 17 % del carbono en las capas superiores del suelo, aunque vale la pena señalar que estuvieron sujetas a niveles bastante extremos de calentamiento.

Otro estudio a largo plazo, realizado durante dos décadas en un prado de Colorado, también sugirió que el calentamiento tiene algún efecto. En las parcelas más cálidas, donde las temperaturas del suelo eran típicamente alrededor de 1 C más altas que en las parcelas no calentadas, el carbono disminuyó en una capa del suelo.

Otros estudios a corto plazo también han indicado que el calentamiento tiene un efecto. Por otro lado, un experimento de 20 años en la tundra ártica no encontró cambios en las reservas de carbono del suelo.

Por lo tanto, todavía hay debate sobre los efectos exactos del cambio climático en el carbono del suelo, dónde esos efectos pueden ser más fuertes y cuánto calentamiento, o precipitación, se necesita para marcar la diferencia.

En general, las retroalimentaciones climáticas naturales presentan una gran incertidumbre en lo que respecta al cambio climático futuro. Los científicos tienen preguntas similares sobre cómo los bosques o los océanos del mundo pueden responder al calentamiento continuo y cuánto carbono absorberán en comparación con cuánto emitirán a la atmósfera.

Comprender mejor estas respuestas puede ayudar a los científicos a hacer proyecciones más precisas sobre el cambio climático. Y el suelo, por poco atractivo que sea, puede ser una parte cada vez mayor del rompecabezas, con miles de millones de toneladas de carbono en juego.

Reimpreso de Climatewire con permiso de E&E News. E&E brinda cobertura diaria de noticias esenciales sobre energía y medio ambiente en www.eenews.net.

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