La riqueza del vecindario impacta dramáticamente las emisiones de gases de efecto invernadero en el hogar
Si el consumo de energía en los hogares de EE. UU. fuera un país, se ubicaría como el sexto mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo. Para alinear las emisiones de la vivienda con los objetivos internacionales para limitar el calentamiento global, los planificadores deben analizar variables como el clima local, la edad y el tamaño de los edificios y los ingresos de los ocupantes.
Un estudio reciente en el Actas de la Academia Nacional de Ciencias de EE. UU. proporciona un nuevo análisis a nivel nacional que evalúa estos factores. Los investigadores introdujeron datos detallados de construcción de 93 millones de hogares (obtenidos de una base de datos de registros de asesores fiscales de EE. UU.) en modelos informáticos que representaron las fuentes locales de combustible para estimar las emisiones de los hogares.
Un resultado claro fue que los hogares de las personas más ricas en Estados Unidos tendían a ser más grandes y producían aproximadamente un 25 por ciento más de emisiones que los de las personas de bajos ingresos. Esta relación se mantuvo cuando los investigadores excavaron para comparar vecindarios dentro de ciudades muy diferentes, como Los Ángeles y Boston; en Los Ángeles, por ejemplo, algunos vecindarios ricos tenían emisiones 15 veces más altas que las áreas cercanas de bajos ingresos.
El coautor del estudio, Benjamin Goldstein, investigador de la Universidad de Michigan, se sorprendió por otro hallazgo: los complejos de apartamentos densos no son esenciales para cumplir con los objetivos de emisiones. Los datos sugieren que las viviendas unifamiliares en lotes pequeños en ciertas áreas, como algunas en Los Ángeles, también podrían alcanzar objetivos internacionales a medida que las fuentes de energía libres de carbono se vuelvan más comunes. “No todo tiene que parecerse a Brooklyn o Manhattan para ser de bajo consumo”, dice.
Anu Ramaswami, ingeniero ambiental de la Universidad de Princeton, que no participó en el estudio, advierte que sus modelos de estimación de emisiones pueden no capturar las medidas de eficiencia tomadas por algunos propietarios. Pero ella dice que la investigación podría servir de ejemplo para los análisis a nivel municipal. Por ejemplo, dichos estudios podrían ayudar a los funcionarios a determinar cómo adaptar las políticas de construcción locales específicas para reducir mejor las emisiones, por ejemplo, fomentando lotes más pequeños o alternativas al combustible para calefacción.