El gobierno financiará inversiones riesgosas en energías renovables: esta es la razón por la que es una buena idea
El Ministro de Cambio Climático y Energía, Chris Bowen, anunció hoy un plan para cubrir el riesgo de invertir en nueva generación y almacenamiento de energía renovable.
La ampliación del Plan Nacional de Inversión en Capacidad se produce tras un exitoso estudio piloto con Nueva Gales del Sur. El gobierno pagó 1.800 millones de dólares australianos por poco más de un gigavatio de capacidad, mediante una combinación de baterías y otros tipos de almacenamiento.
Bowen afirma que el plan “financia la generación y el almacenamiento de energía renovable, brindando seguridad a los inversores en energía renovable y energía más barata y limpia para hogares y empresas”. Y si todo va bien, el plan proporcionará un retorno financiero a los contribuyentes.
La mayor parte del país sigue dependiendo de la energía generada a partir del carbón, que es una fuente de contaminación. Varias centrales eléctricas ya han cerrado y muchas más han anunciado su intención de hacerlo. Además, el parque de centrales eléctricas, cada vez más antiguo, no es fiable y provoca cortes de electricidad. Antes de que el carbón abandone el sistema, debemos sustituirlo. Este plan garantizará que eso ocurra con bastante antelación.
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¿Cual es el problema?
El gobierno no estaba en condiciones de alcanzar el 82 % de energías renovables para 2030. Claramente, estaba bajo presión para hacer algo al respecto, y ahora lo ha hecho.
Si lo que se ha anunciado hoy se construye realmente, es probable que podamos alcanzar el objetivo. La cantidad de nueva capacidad que se está considerando sin duda marcará una gran diferencia. Se trata de 23 gigavatios de nuevas energías renovables variables, como la eólica y la solar, más 9 GW de capacidad «despachable», que implica almacenamiento, principalmente baterías.
Si el plan funciona, es probable que también acelere el cierre de centrales eléctricas de carbón.
Eso nos ayudará a reducir las emisiones, pero también aumenta el riesgo de apagones debido a la inestabilidad de la red, lo que es preocupante ahora que nos adentramos en un verano largo y caluroso.
Necesitamos cerrar la brecha entre el cierre de la energía a carbón y la entrada en funcionamiento de nuevos generadores para fortalecer el sistema.
El anuncio de hoy nos lleva a un total de 32 GW a nivel nacional. Compárese con la capacidad total de generación del Mercado Eléctrico Nacional, que es de aproximadamente 65 GW.
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¿Cómo ayuda el Plan de Inversión en Capacidad?
Según el plan original, el gobierno federal ha comenzado a realizar licitaciones competitivas en busca de ofertas para proyectos de generación de energía renovable limpia.
En el marco del plan ampliado, a los proyectos exitosos se les ofrecerán contratos en los que se acordarán con la Commonwealth un límite y un mínimo de ingresos.
Este plan se implementará mediante licitaciones regulares semestrales desde el segundo trimestre del año financiero 2024-25 hasta 2027.
En principio, es una buena idea por dos razones. En primer lugar, proporciona un nivel de certidumbre mucho mayor a los inversores. La dificultad para conseguir que la gente invierta en el sector de las energías renovables es una de las razones por las que no vamos por buen camino. En este caso, el gobierno pagará directamente, organizando subastas para garantizar unos determinados ingresos a quienes inviertan en estos proyectos. En otros instrumentos de política, es realmente el consumidor quien acaba pagando.
La forma en que se hace, mediante el “contrato de la diferencia”, es bastante sensata, ya que el gobierno sólo asume el riesgo, en lugar de la cantidad total de dinero. Si los ingresos que el proyecto realmente genera en el mercado están dentro del rango acordado, el gobierno no paga nada.
Pero si quienes invirtieron no obtienen la cantidad acordada de rendimiento financiero, el gobierno pagará la diferencia, o al menos la mayor parte de la diferencia, mediante una fórmula que aún no se ha elaborado, pero el gobierno sin duda contribuirá a cubrir esa diferencia.
Por otra parte, no se trata de un acuerdo unilateral. Si el proyecto genera más ingresos que el límite acordado, ese dinero vuelve al gobierno. Por lo tanto, el gobierno no está firmando un acuerdo de chequera abierta.
En segundo lugar, este enfoque pone toda la responsabilidad de la fiabilidad de la red en manos de los estados, es decir, ocuparse del cierre de las centrales de carbón y asegurarse de que haya suficiente capacidad para sustituirlas.
Probablemente sea una buena idea, porque algunos estados tienen opiniones diferentes sobre cómo se debe abordar la confiabilidad. Algunos no querrían que se utilizara generación a gas para respaldar las energías renovables; otros podrían estar contentos con tener energía a gas o incluso una central eléctrica de hidrógeno para respaldar la confiabilidad. Ahora dependerá de ellos.
Junto con estas medidas, los gobiernos federales y estatales aún deben intensificar la presión para construir líneas de transmisión que conecten toda esta nueva capacidad renovable a la red. Sin embargo, el anuncio de hoy no dice nada sobre cómo se hará esto.
¿Qué consecuencias tendrá esto para los precios de la energía?
No creo que esto suponga una gran diferencia en los precios. Si bien las nuevas energías renovables son baratas, la transmisión y el almacenamiento necesarios para respaldarlas no lo serán, por lo que probablemente se compensarán entre sí.
El resultado final es que obtendremos un sector eléctrico más confiable y con menores emisiones a un costo de carbono relativamente bajo.
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