Calentamiento Global

Cómo la integración de la cuestión climática puede abordar el cambio climático y promover los objetivos de desarrollo

La primera Estrategia Nacional de Adaptación de Canadá insta a los canadienses a considerar los impactos del cambio climático en sus decisiones cotidianas.

La estrategia denomina a este enfoque “integración de la perspectiva climática” y establece que:

“A medida que los impactos climáticos se vuelven más severos y frecuentes, y los costos aumentan, incorporar consideraciones de adaptación en la toma de decisiones sanitarias, sociales, ambientales, de infraestructura y económicas es fundamental para garantizar que nuestros esfuerzos colectivos sigan el ritmo”.

En el comunicado de prensa de 2023 del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) se formulan declaraciones similares. El presidente del IPCC, Hoesung Lee, afirmó que “la incorporación de una acción climática eficaz y equitativa no solo reducirá las pérdidas y los daños a la naturaleza y a las personas, sino que también proporcionará beneficios más amplios”.

Las emisiones globales de gases de efecto invernadero deben reducirse un 43 por ciento entre 2019 y 2030 para limitar el calentamiento global a 1,5 °C. En la conferencia climática de las Naciones Unidas de 2023 (COP28) en Dubai, se consideró que las partes estaban fuera de camino para cumplir con sus objetivos del Acuerdo de París.

Una expansión rápida y significativa de la incorporación de la perspectiva climática en todos los programas y políticas de desarrollo es vital para abordar la urgente crisis climática mundial.



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¿Por qué incorporar el cambio climático a la sociedad?

La incorporación de las consideraciones climáticas garantiza que las respuestas al cambio climático se integren de manera sistemática en todas las políticas y acciones, en lugar de tratarse como una cuestión separada. Esta integración permite realizar intervenciones más integrales y rentables al abordar múltiples cuestiones a la vez.

Por ejemplo, dentro de un programa en curso centrado en mejorar la seguridad alimentaria en mercados informales al aire libre mediante prácticas de higiene mejoradas, la integración podría implicar actividades adicionales relacionadas con la adaptación climática, como crear conciencia entre los vendedores de alimentos sobre la importancia de la refrigeración durante las olas de calor para prevenir el crecimiento bacteriano.

No incorporar las consideraciones climáticas puede obstaculizar la acción climática y generar una mala adaptación, que ocurre cuando acciones de desarrollo bien intencionadas aumentan inadvertidamente los impactos climáticos. Por ejemplo, los diques marítimos pueden proteger a las personas y las propiedades de daños a corto plazo. Sin embargo, si no forman parte de un plan a largo plazo que pueda adaptarse a las condiciones cambiantes, pueden atrapar a las comunidades en situaciones de riesgo y aumentar su exposición a los riesgos climáticos con el tiempo.

Un grupo de personas se sienta en una mesa.
El Dr. Hoesung Lee (extremo izquierdo) aparece en la imagen asistiendo a la sesión inaugural de la Cumbre climática de la ONU COP27 en noviembre de 2022, en Sharm el-Sheikh, Egipto.
(Foto AP/Peter Dejong)

Si bien la atención a la integración del cambio climático exige que se dé prioridad a las consideraciones climáticas en todos los ámbitos de las políticas, el progreso sigue siendo lento y desigual debido principalmente a una resistencia institucional al cambio. La acción climática suele considerarse responsabilidad de un solo sector en lugar de la colectividad, y los cambios graduales son inferiores a los transformadores.

Además, la integración del cambio climático suele interpretarse de manera limitada, como la simple incorporación del clima a las estructuras e iniciativas existentes, y suele calificarse despectivamente como un enfoque de “simplemente añadir el clima y revolver”.

Para ayudar a abordar estas ideas preconcebidas, nuestra investigación ha explorado cómo los desafíos de la integración de la cuestión climática se asemejan a las luchas que se han prolongado durante décadas para incorporar la igualdad de género en las agendas de políticas públicas internacionales y nacionales. La pregunta que hemos planteado es: ¿qué puede aprender la integración de la cuestión climática de la integración de la cuestión de género?

Ideas para incorporar la perspectiva de género

La larga historia de la incorporación de la perspectiva de género, que incluye inversiones institucionales que se remontan a la década de 1990, ofrece lecciones sobre los obstáculos institucionales y de políticas que enfrenta la incorporación de la perspectiva de género. Estas lecciones pueden ayudar a abordar los desafíos políticos e institucionales de la incorporación de la perspectiva de género y del clima. El sistema de las Naciones Unidas, con objetivos claros de incorporación de la perspectiva de género y del clima, ofrece un ámbito adecuado para el análisis.

En un nuevo estudio publicado en 2024, analizamos documentos de agencias de las Naciones Unidas que trabajan en el sector de la alimentación y la agricultura, que se ve fuertemente afectado por el cambio climático. Encontramos distintos grados de incorporación de la perspectiva de género y del clima en agencias seleccionadas de las Naciones Unidas.

Las áreas clave en las que la incorporación de la perspectiva de cambio climático resultó insuficiente en comparación con la incorporación de la perspectiva de género incluyeron: planificación estratégica, liderazgo, cultura organizacional y rendición de cuentas.

Nuestro análisis mostró formas de mejorar la integración del cambio climático. A continuación, se indican tres medidas que los gobiernos, los socios para el desarrollo y las industrias pueden adoptar ahora:

  1. Utilizar estrategias múltiples: aprovechar las buenas prácticas de incorporación de la perspectiva de género para adoptar tanto iniciativas climáticas amplias como intervenciones específicas.

  2. Fomentar la rendición de cuentas institucional: establecer mecanismos sólidos para hacer un seguimiento de los avances en la incorporación de la perspectiva de género. El marco de las Naciones Unidas para la incorporación de la perspectiva de género puede ser un modelo útil, ya que ayudaría a garantizar la transparencia, el seguimiento y un compromiso más firme con la acción climática.

  3. Adoptar una perspectiva de justicia climática: defender las necesidades de las poblaciones vulnerables al cambio climático y priorizar los derechos humanos y ambientales colectivos por sobre el crecimiento económico. Garantizar la participación de actores diversos en todos los niveles de la toma de decisiones.

Las intervenciones responsables e integradas en pro de la justicia climática son requisitos previos para un futuro más sostenible y resiliente. La financiación es otro de ellos.

La financiación es clave

Si bien la integración es importante, no sirve de nada sin una financiación adecuada. El Acuerdo de París de 2015 exige que los países de altos ingresos aporten 100.000 millones de dólares anuales. Sin embargo, esta meta no se ha cumplido y los fondos existentes están distribuidos de manera desigual.



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Los países históricamente desfavorecidos son los menos responsables de la crisis climática, pero también los más afectados por ella. En gran medida, estos países tienen que equilibrar las inversiones en desarrollo y acción climática en un sistema financiero internacional generalmente injusto.

En 2022, la asistencia oficial para el desarrollo alcanzó los 204.000 millones de dólares, pero aún así casi la mitad de las necesidades humanitarias quedaron sin cubrir. Los países ricos gastaron solo el 0,36% de sus ingresos totales en ayuda, una cifra ligeramente superior al 0,33% de 2021, pero todavía muy inferior al 0,7% prometido en 1970.

Con el financiamiento necesario, una perspectiva de integración del cambio climático puede ser la solución para abordar los objetivos globales de desarrollo y climáticos.

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