SOSTENIBILIDAD

Cómo las actitudes públicas pueden hacer que los gobiernos adopten sistemas hídricos sostenibles y resilientes

Con todas las noticias negativas que surgen sobre el cambio climático, sus impactos y su posible trayectoria en un futuro no muy lejano, puede resultar difícil mantener la esperanza de un futuro mejor.

Los últimos años han sido desafiantes, incluso para los optimistas, con reuniones internacionales sobre el clima como la reciente COP28 en Dubai que enfatizaron cuán lejos estamos de donde debemos estar en términos de acción climática. Mientras tanto, informes como el de IPBES sobre biodiversidad global proporcionan pruebas contundentes del acelerado deterioro de la naturaleza y sus beneficios.



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Puede parecer que no hay suficiente impulso para actuar con suficiente rapidez para frenar el cambio climático y evitar sus peores impactos. Sin embargo, nuestro trabajo reciente proporciona un punto de esperanza y evidencia de optimismo.

Comprender la resiliencia

Somos investigadores con experiencia en psicología, sostenibilidad y gobernanza ambiental. Nuestro estudio evaluó las actitudes del público en general hacia un enfoque basado en la resiliencia para la toma de decisiones ambientales, con especial atención al agua.

La resiliencia es la capacidad de responder a las perturbaciones (como los impactos del cambio climático) resistiendo el cambio, adaptándose o transformándose, si es necesario, para el bienestar de los seres humanos y los ecosistemas.

Hay siete principios que respaldan la resiliencia y que van desde promover la conectividad de los sistemas humanos y naturales hasta crear procesos inclusivos de toma de decisiones y estar dispuesto a experimentar con nuevos enfoques y aprender de ellos, incluso si no son del todo exitosos.

Una visión general de los principios básicos de adaptación y resiliencia al cambio climático producida por el IPCC en 2022.

Podemos evaluar estos principios y cada uno de ellos contribuye a la resiliencia de maneras únicas y de importancia crítica. Es importante cómo entendemos lo que significa resiliencia.

Algunos entienden que es sólo la capacidad de resistir el cambio, que no es suficiente para lo que el mundo necesita en este momento. Más allá de resistir, también debemos adaptarnos y, potencialmente, transformarnos. Sin embargo, la resiliencia también puede utilizarse como herramienta para desviar la culpa y la responsabilidad de apoyar a los grupos desproporcionadamente afectados.



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Muchas organizaciones y organismos internacionales, incluidos el IPCC, el Banco Mundial y la Secretaría de Cambio Climático de las Naciones Unidas, sostienen que debemos integrar la resiliencia (incluidas la adaptación y la transformación) en la forma en que gobernamos, tomamos decisiones estratégicas y actuamos en el futuro.

Necesitamos resiliencia porque nos enfrentamos a un cambio ambiental sin precedentes y los impulsores e impactos de este cambio están muy entrelazados, lo que hace que la gobernanza sea una tarea compleja. La resiliencia puede afrontar el desafío de la complejidad. En nuestro trabajo, nos centramos específicamente en la resiliencia en la gobernanza del agua dulce superficial.

Actitudes públicas

La forma en que gobernamos está determinada por muchos factores, incluidas las actitudes públicas.

Como miembros del público, podemos votar, protestar, comunicarnos directamente con funcionarios electos, escribir artículos de opinión para los medios de comunicación, hablar con nuestros vecinos y amigos y educar a nuestros hijos. Tenemos múltiples formas de influir en la toma de decisiones y nuestras actitudes juegan un papel importante en los mensajes que enviamos a través de esas esferas de influencia.



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Medimos las actitudes del público en general en seis países que representan el Norte y el Sur Global con un estudio centrado en la resiliencia y la gobernanza del agua. Ofrecimos a los participantes en nuestra encuesta una viñeta, o un escenario breve, sobre un problema de agua.

Los participantes respondieron una serie de preguntas sobre la viñeta. Para cada pregunta, tenían cuatro opciones, que representaban un espectro de apoyo a la resiliencia, desde ningún apoyo hasta apoyo total.

En seis países (Canadá, Estados Unidos, Australia, Reino Unido, India y Sudáfrica) hubo un apoyo de moderado a fuerte a un enfoque de la gobernanza del agua basado en la resiliencia. Estos hallazgos sugieren una perspectiva positiva sobre las actitudes públicas hacia la gobernanza del agua centrada en la resiliencia, tanto ahora como especialmente en el futuro.

Vista desde arriba de casas y campos inundados.
Casas en el territorio de la Primera Nación Peguis rodeadas por 'Represas del Tigre' temporales para proteger contra las inundaciones del río Fisher al norte de Winnipeg.
LA PRENSA CANADIENSE/John Woods

La mejor noticia del estudio fue que más de la mitad de los participantes de todos los países mostraron potencial para fortalecer su apoyo a un enfoque más resiliente de la gobernanza del agua.

Medimos el potencial de crecimiento pidiendo a los participantes que seleccionaran todas las opciones que consideraban aceptables para cada pregunta, antes de elegir su opción preferida. Si los participantes seleccionaron una opción que demostrara un mayor apoyo a la resiliencia que la que preferían, esto indicaba que había margen para mejorar su apoyo.

Tomando acción

Nos sentimos alentados por estos resultados y lo consistentes que fueron en múltiples países que tienen diferentes problemas de agua, culturas y liderazgo político. Tomamos en cuenta algunas de estas diferencias proporcionando viñetas que abordaban una variedad de problemas relacionados con el agua, desde inundaciones hasta sequías y problemas de infraestructura.

Incluso teniendo en cuenta las diferentes cuestiones y culturas relacionadas con el agua, las actitudes fueron consistentes, al igual que el potencial para fortalecer el apoyo a la resiliencia hídrica.

Creemos que estos resultados sirven como un mensaje de esperanza para quienes puedan sentirse desanimados o pesimistas acerca de nuestro futuro compartido. Hay muchas personas cuyas actitudes apoyan enfoques de gobernanza basados ​​en la resiliencia, y este es un hecho que vale la pena celebrar.



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También compartimos este mensaje con quienes ocupan puestos de liderazgo político, como la Agencia del Agua de Canadá.

El público apoya los enfoques que mejorarán la resiliencia de los sistemas hídricos y fortalecerán el bienestar de los seres humanos y los ecosistemas de los que todos dependemos.

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