SOSTENIBILIDAD

Cómo el tiburón blanco contribuyó a la extinción del megalodón

ANIMALES – Este es un titán, uno de los depredadores más feroces que la tierra llevaba, pero que no le ayudó a sobrevivir. La especie megalodon (de su nombre científico Otodus Megalodon), se extinguió alrededor de 3,6 millones de años, y si las circunstancias de esta desaparición aún no están claras, los investigadores han propuesto varias hipótesis.

Uno de ellos se presenta notablemente en un estudio publicado este martes 31 de mayo en la revista NaturalezaComunicaciones . Informa sobre la competencia que opone una especie que apareció hace 4 millones de años, el gran tiburón blanco (Carcharodon carcharias). Si este último parece un enano comparado con el megalodón, sin embargo fue un verdadero retador, participando así en la desaparición de uno de los carnívoros más grandes de la historia.

concurso de comida

La dieta es una de las bases para entender el lugar de una especie dentro de su ecosistema . Y es en este aspecto en el que se han fijado los investigadores de este nuevo estudio. Más concretamente, analizaron diversos datos para conocer el nivel trófico de las distintas especies, que corresponde al lugar que ocupa cada ser en la pirámide de los seres vivos.

En general, el estudio cubre en veinte animales diferentesobviamente desde el megalodón hasta el gran tiburón blanco pasando por el tiburón toro y el tiburón peregrino. Los principales datos proporcionados son los isótopos (átomos) de zinc como se muestra en la siguiente tabla .

Este elemento químico que se encuentra en el esmalte dental de los tiburones puede usarse como indicador para entender la dieta de un animal y deducir su nivel trófico en el ecosistema.

¿Una guerra perdida?

Luego, los investigadores descubrieron que el gran tiburón blanco y el megalodón ocupaban un lugar similar dentro de la escala de alimentos durante su periodo de coexistencia en el Plioceno (entre – 5,3 y – 2,6 millones de años). Apuntar a los mismos recursos alimentarios (mamíferos marinos, cetáceos…). Los grandes tiburones blancos habrían literalmente vaciado el plato de megalodones.

Sin embargo, probablemente esta no sea la única causa de extinción, ya que el cambio climático también podría haber pesado en la balanza, y especialmente en esta guerra alimentaria.

En esta época se produce un enfriamiento generalizado que conduce a la expansión de los casquetes polares y cambios tectónicos como el cierre del Istmo de Panamá entre América del Norte y América del Sur. Lo que trastornó la circulación de las corrientes oceánicas y sometió la biodiversidad del Plioceno.

En particular, han desaparecido las ballenas primitivas, alimento favorito del megalodón. Como se explica para Ciencia y Futuro Guillaume Guinot, paleontólogo especialista en tiburones antiguos del Isem: “parece probable que el megalodón no pueda sobrevivir ante la disminución de los recursos y la reducción de su hábitat preferencial”.

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