Cómo una vivienda sostenible, habitable y resiliente puede ayudarnos a adaptarnos a un futuro cambiante
Este verano, Canadá sufrió incendios forestales, calor extremo, sequías e inundaciones. Otras regiones del mundo sufrieron fenómenos similares.
Es difícil no preguntarse si estamos preparados para lo que vendrá con el cambio climático. Esto incluye a nuestras viviendas, que tienen un papel fundamental que desempeñar en un futuro sostenible, habitable y resiliente.
La vivienda sustentable ofrece un desempeño ambiental significativamente mejor en comparación con (la mayoría de) las viviendas actuales, que logran resultados de cero emisiones de carbono o casi cero emisiones. Sin embargo, implica más que simplemente mejorar el desempeño energético e hídrico.
La vivienda sostenible tiene en cuenta el impacto en todas las fases de diseño, construcción, uso y fin de vida útil. De este modo, reduce el desperdicio de materiales y los costes operativos, mejora el confort térmico y la salud y el bienestar de los ocupantes, y es resiliente al cambio climático.
La buena noticia es que podemos ofrecer este tipo de viviendas ahora mismo. Hay muchos ejemplos de viviendas sostenibles nuevas e innovadoras y de reformas de viviendas existentes. Los analizamos en nuestro nuevo libro y describimos algunos ejemplos a continuación.
Viviendas libres de combustibles fósiles
Varias jurisdicciones han prohibido la calefacción basada en combustibles fósiles en los hogares. Se están aplicando prohibiciones a nivel nacional en toda la Unión Europea, a nivel provincial en Quebec y a nivel local en Dublín, Nueva York y Vancouver.
Estas prohibiciones responden a los objetivos para 2050 del Acuerdo de París y a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, que incluyen el abandono de los combustibles contaminantes por razones de salud y la necesidad de descarbonizar nuestras redes energéticas.
Otras jurisdicciones están prohibiendo por completo el uso del gas y exigiendo que se adopten viviendas totalmente eléctricas. La electrificación tiene como objetivo reducir el impacto ambiental y ofrecer viviendas más asequibles y saludables.
En Australia, el apoyo desde las bases a los hogares totalmente eléctricos ha crecido significativamente (como lo ejemplifica el grupo de Facebook My Electric Home, que tiene más de 100.000 miembros) y está ejerciendo presión sobre los gobiernos.
Por ejemplo, el gobierno del estado de Victoria recientemente prohibió el uso de gas para todas las viviendas nuevas y las renovaciones que requieran un permiso de planificación a partir de 2024. Sin embargo, este enfoque también debe ir acompañado de una rápida expansión de las capacidades de la red y la descarbonización de la red energética en general.
Ubicación, densidad y tamaño
La vivienda sostenible también tiene que ver con la ubicación y la escala de las viviendas. Algunas jurisdicciones están aumentando la densidad de los lotes para dar cabida a más viviendas en los barrios existentes y donde ya existen infraestructuras y servicios. Un ejemplo de rezonificación es el Proyecto de Ley de la Cámara de Representantes de Oregón de 2001, que básicamente eliminó la zonificación unifamiliar en la mayoría de las ciudades.
Oregón también es famoso por sus límites de crecimiento urbano, que es un esfuerzo estatal para acomodar el crecimiento de la población y el empleo dentro de los límites urbanos para proteger la agricultura, los bosques y los espacios abiertos.
El tamaño de la casa también es importante. Las casas más grandes consumen más terreno, materiales y recursos, y requieren más energía para calefacción y refrigeración. Ciudades como Vancouver y Toronto han modificado la legislación de zonificación para apoyar las unidades de vivienda auxiliares, como las casas en callejones, y legalizar las suites secundarias.
También existen movimientos sociales dedicados a vivir en espacios reducidos. Desde casas diminutas hasta departamentos y unidades independientes, estas viviendas varían en tamaño desde aproximadamente 300 a 1000 pies cuadrados. Entre las cuentas populares en las redes sociales se encuentran Living Big in a Tiny House, 600sqft and a baby y Never Too Small, que ofrecen instrucciones y recursos (y una comunidad) para quienes desean vivir en un espacio más reducido.
Convivencia
Ha habido un aumento de personas que viven en alojamientos compartidos o comunales como respuesta a la disminución de la asequibilidad de la vivienda y al cambio climático, así como a la soledad.
Este tipo de viviendas pueden reducir el impacto ambiental gracias a viviendas y edificios más pequeños, espacios e instalaciones compartidos y oportunidades para sistemas de filtración de aguas grises o proyectos energéticos a escala comunitaria. La covivienda es un modelo de vida comunitaria intencional que incluye unidades independientes con instalaciones y servicios compartidos que brindan una variedad de beneficios sociales más amplios.
En Alemania, Baugruppen (que en alemán significa grupo de construcción) se refiere a una práctica de vida comunitaria y autoiniciativa en la que los residentes comparten la responsabilidad del edificio. Baugruppen es un enfoque, no un libro de reglas, en el que la financiación, las personas y sus necesidades determinan el desarrollo.
En Australia, Nightingale Housing es una organización sin fines de lucro que trabaja para proporcionar viviendas sostenibles y de mayor densidad. Si bien los proyectos van mucho más allá de los requisitos mínimos de desempeño del código de construcción, es la provisión de espacios compartidos y comunitarios lo que desafía los diseños tradicionales. Estos incluyen lavanderías comunitarias, jardines productivos y áreas de cocina al aire libre diseñadas para fomentar la interacción con los vecinos.
No cabe duda de que la vivienda desempeñará un papel fundamental a la hora de crear un futuro sostenible, asequible y resiliente para los hogares y las comunidades. Hay ejemplos en todo el mundo que nos muestran el tipo de vivienda que deberíamos (y podemos) ofrecer en este momento. No necesitamos reinventar la rueda.
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Dada la emergencia climática y otros problemas críticos con nuestras viviendas, necesitamos que los responsables políticos, la industria de la construcción y los hogares exijan más de nuestras viviendas.