La moda rápida está dañando nuestro planeta: estos 4 consejos pueden ayudarte a crear un guardarropa más sustentable
Con el regreso de los días soleados de verano al hemisferio norte, es posible que desee renovar su guardarropa. El atractivo de una “nueva identidad” es omnipresente y es la base de muchas campañas de marketing exitosas.
De hecho, a medida que el clima cambia y pasamos más tiempo al aire libre, es posible que necesites ropa de verano más ligera. Sin embargo, antes de salir corriendo a H&M, vale la pena considerar cómo puedes mejorar tu guardarropa de manera sustentable y, al mismo tiempo, limitar tu huella de carbono.
Ampliar tu guardarropa de manera sustentable implica cuestionar tus necesidades y tomarte tu tiempo al comprar cada pieza para entender cómo y dónde se fabricó: la antítesis de la moda rápida que ha llegado a dominar las tendencias de compras globales.
Estos cuatro consejos pueden ayudarte a crear un guardarropa más sostenible.
Los años 20 y 30 de nadie son iguales. Quizás estés ahorrando para una hipoteca o simplemente tengas dificultades para pagar el alquiler. Quizás estés usando aplicaciones de citas o intentando entender cómo cuidar a tus hijos. Sin importar cuáles sean tus desafíos actuales, nuestra serie Quarter Life tiene artículos para compartir en el chat grupal o simplemente para recordarte que no estás solo.
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Se está volviendo rápidamente insostenible
La moda rápida se refiere a la producción y distribución rápida de prendas de vestir para reflejar las últimas tendencias. Desde principios de la década de 1990, las mejoras tecnológicas, los menores costos de producción y las cadenas de suministro optimizadas han acortado significativamente los ciclos de la moda. Hoy en día, las prendas se pueden fabricar y vender a los consumidores a un precio bajo en tan solo unas semanas desde su diseño.
Hace apenas unas décadas, en la industria de la moda occidental era habitual que hubiera dos temporadas: otoño/invierno y primavera/verano. Hoy en día, algunos minoristas ofrecen decenas de temporadas cortas al año. Esta constante renovación de tendencias empuja a los consumidores a actualizar sus guardarropas con frecuencia, fomentando la tendencia a lo desechable.
Si bien la industria de la moda rápida es más económica, sus consecuencias son múltiples. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, el sector textil y de la confección, dominado por la moda rápida, es responsable del 2 al 8 por ciento de las emisiones de carbono mundiales y del 9 por ciento de la contaminación anual de los océanos por microfibras.
Además, la moda rápida consume unos 215 billones de litros de agua al año, el equivalente a 86 millones de piscinas olímpicas. Además, los trabajadores suelen ser explotados en condiciones inhumanas por poco dinero mientras los accionistas se embolsan ganancias astronómicas.
En respuesta a estas críticas, un número cada vez mayor de cadenas de moda rápida, como H&M y Zara, afirman que están tomando medidas para reducir su huella ambiental. Estas cadenas afirman, por ejemplo, que han reemplazado las fibras sintéticas y el poliéster, fabricados a partir de petróleo y derivados del petróleo, por fibras naturales y recicladas.
Sin embargo, la ubicuidad del lavado de imagen verde en toda la industria de la moda hace difícil determinar si estas afirmaciones tienen algún peso.
¿Compras sostenibles?
Ante preocupaciones tan graves, ¿cómo puede alguien esperar comprar de forma sostenible?
El primer paso, y en muchos sentidos el más crucial, es simplemente comprometerse a reducir el ritmo de nuestro enfoque hacia la moda, adoptando una moda sostenible y comprando de forma ética para ayudar a frenar la sobreproducción y el consumo excesivo.
1 – Compre menos, compre mejor: Si bien desde el punto de vista de la sostenibilidad es preferible renunciar a comprar o optar por opciones de segunda mano que comprar ropa nueva, estas opciones no siempre son posibles. Por lo tanto, trate de comprar menos artículos de mayor calidad de marcas con conciencia sostenible. Ser cuidadoso con el lugar y el tipo de ropa que compra puede ayudar a limitar los impactos ambientales y sociales negativos de nuestras compras de ropa.
Sin embargo, la mayoría de los minoristas de moda no controlan toda la cadena de suministro y, por lo tanto, no pueden garantizar la sostenibilidad de sus prendas. Esto significa que los consumidores deben ser diligentes al comprar y tomar decisiones informadas por sí mismos.
El reciclaje y el alquiler de ropa son opciones válidas, sin embargo, cabe señalar que el reciclaje textil puede ser costoso y no estar exento de impacto ambiental, tanto en términos de materiales como de huella de carbono.
Si opta por un servicio de alquiler de ropa, evite utilizar servicios en línea que dependan de la entrega. Asimismo, si debe comprar su ropa en línea, evite los sitios de moda rápida como Temu y compre directamente a los fabricantes en los que confíe.
2 – Reparar, reutilizar y reciclar:Prolongar la vida útil de la ropa usando las prendas durante varios años y reparándolas cuando sea necesario, en lugar de tirarlas, también puede ser una excelente manera de reducir la huella ambiental de su guardarropa. Incluso pagar por la reparación profesional de un par de jeans probablemente sea considerablemente más barato que comprar uno nuevo, lo que le permitirá ahorrar dinero a largo plazo.
Patagonia, una cadena de tiendas de artículos para actividades al aire libre con sede en California, alienta a los consumidores a “reparar, reutilizar y reciclar” los artículos. Practican lo que predican, utilizando materiales fabricados, entre otros, a partir de botellas recicladas desde 1993.
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El gobierno francés ha introducido recientemente un programa nacional para subvencionar la reparación de ropa y calzado con el objetivo de reducir la cantidad de ropa que se desecha. Compruebe si en su zona existen programas similares y, en caso contrario, solicite su creación.
3 – Priorizar las fibras naturales: Opte por fibras naturales como el algodón orgánico, el lino, la seda, el cáñamo y el bambú. Lo ideal es que la ropa sea duradera, fabricada localmente y confeccionada con materiales naturales de comercio justo y de origen sostenible.
Si bien las fibras naturales son ideales para la ropa de uso diario, los materiales sintéticos de alto rendimiento son esenciales para la ropa deportiva o la ropa de exterior resistente al agua que pueda soportar los elementos. Se deben buscar materiales reciclados y otros procesos de fabricación “circulares” para estas necesidades siempre que sea posible.
4 – Elige piezas sencillas y atemporales:Las prendas de vestir, como los jeans, deben usarse durante el mayor tiempo posible y deben estar confeccionadas con materiales seguros, reciclados o renovables. El diseño de la prenda también debe ser minimalista. Por ejemplo, los jeans desgastados requieren el uso de varios productos químicos tóxicos para darles su apariencia desgastada.
Olvídate de las tendencias que cambian constantemente (como el efímero Regencycore o Barbiecore) y amplía tu guardarropa poco a poco. Asegúrate de que cada artículo que compres sea adecuado para ti y se ajuste a tu estilo de vida actual.
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En el mundo actual de la moda rápida y de alta rotación, puede resultar fácil sentirse abrumado o desanimado por la relativa falta de opciones sostenibles. Sin embargo, es posible ampliar su guardarropa de manera sostenible si se cuestiona sus necesidades y se toma el tiempo de comprar cada prenda para comprender cómo y dónde se fabricó.
Con el tiempo, incluso podrás llegar a apreciar un guardarropa más pequeño y bien seleccionado de piezas atemporales que puedas usar durante años, y no solo durante unas pocas semanas.