Debemos trabajar con la naturaleza, no contra ella
Las riberas del río St. Lawrence se están erosionando. Esto tiene un impacto en la infraestructura, la economía y el bienestar de los habitantes. Expone a las comunidades a inundaciones y puede destruir los ecosistemas locales.
Bajo la amenaza de una catástrofe climática, una reflexión profunda es esencial para adaptarse al clima cambiante en San Lorenzo.
En la Isla del Príncipe Eduardo, la tasa de erosión promedio es de aproximadamente 0,3 metros por año. En New Brunswick, es de aproximadamente 0,5 metros por año. ¡En Quebec, está más cerca de los dos metros por año!
Se espera que esta tasa de erosión aumente a medida que el cambio climático eleve el nivel del mar, acercando el agua a las comunidades locales. Tormentas más frecuentes y más fuertes generarán olas más grandes y la reducción de la cobertura de hielo marino dará acceso a las tormentas invernales a la costa, donde la tierra entra en contacto con el mar.
Este artículo es parte de nuestra serie, El río San Lorenzo: en profundidad. No te pierdas nuevos artículos sobre este mítico río de notable belleza. Nuestros expertos analizan su fauna, flora e historia, y los problemas a los que se enfrenta. Esta serie es presentada por La Conversation.
El último informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas pide una adaptación transformadora, para repensar por completo la forma en que nos adaptamos al cambio climático para incluir soluciones más sostenibles.
Como profesores de ingeniería costera, trabajamos para desarrollar soluciones resilientes para adaptarse al cambio climático en ambientes costeros y estuarinos. Trabajamos con comunidades, empresas y organizaciones sin fines de lucro para comprender mejor cómo se pueden usar los sistemas naturales para proteger las costas de la erosión y las inundaciones.
Los enfoques tradicionales ya no son apropiados
Casi toda, el 97 por ciento, de la infraestructura costera de Quebec está compuesta por estructuras “duras”. Puedes ver estos diques y barreras a lo largo del río San Lorenzo, diseñados para mantener o extender la costa.
Este enfoque se defiende en todo el mundo, y la mayoría de los manuales de diseño, investigaciones y estudios de casos se centran en la infraestructura física; se ha utilizado durante siglos. Estos tipos de métodos de adaptación basados en infraestructura están bien establecidos y tienen un historial probado en la resolución de problemas a corto plazo sin ocupar una costa significativa.
El problema con la infraestructura física es que no se adapta al clima cambiante. Como tal, a menudo requiere mantenimiento y restauración, y puede dificultar la evolución natural de la línea de costa. Esto se conoce como compresión costera.
La contracción costera es particularmente problemática cuando las costas se han diseñado para tratar síntomas agudos (como inundaciones locales) en lugar de abordar el problema subyacente. Estos límites, si no se gestionan adecuadamente, tienden a desplazar o empeorar el problema.
Se pueden ver ejemplos en Kamouraska Bay, en el río St. Lawrence, donde la recuperación de tierras con diques para uso agrícola ha resultado en la pérdida de las tres cuartas partes del ecosistema de las marismas durante el siglo pasado. Además, estos diques se rompieron durante las recientes inundaciones, atrapando agua salada en las tierras de cultivo.
Trabajando con la naturaleza en un clima cambiante
Las implicaciones del cambio climático son cada vez más obvias. Sus efectos se sienten en todo el San Lorenzo: las playas se están erosionando y más comunidades corren el riesgo de inundaciones. Las comunidades deben encontrar formas de adaptarse.
Una de las estrategias clave propuestas para adaptarse a los impactos del cambio climático es la de las “soluciones basadas en la naturaleza”. Estos son sistemas de protección costera diseñados para incluir o imitar ecosistemas naturales para proteger y estabilizar la costa.
Un ejemplo de una aplicación de soluciones basadas en la naturaleza es la del Parque Nacional Forillon, donde la infraestructura sólida que protege una carretera interrumpió la dinámica costera natural y provocó la pérdida de la playa local. Los investigadores trabajaron con el departamento de parques para alejar el camino de la costa y restaurar la vegetación de la playa para ayudar a que la playa se recupere de forma natural.
Otro ejemplo es la realineación del dique de Belcher Street en Nueva Escocia. Para este proyecto, los investigadores trabajaron con agricultores y gobiernos locales para reubicar un dique de modo que el agua de la inundación pudiera desviarse de la comunidad local a áreas que alguna vez contuvieron el agua desbordada del río. Como resultado, también permitió que el agua regresara a la llanura aluvial, restaurando el ecosistema de humedales local.
Un enfoque multidisciplinar y participativo
Las soluciones basadas en la naturaleza no consisten simplemente en plantar plantas y luego marcharse. Es un sistema integral basado en un enfoque multidisciplinario y participativo que implica trabajar con los ecosistemas, las comunidades y las economías locales para encontrar soluciones.
Esto puede ir desde la protección de los humedales locales hasta la ecologización de la infraestructura física para aumentar el valor ecológico, por ejemplo, para proporcionar hábitats para las ostras y las especies de peces.
Nuestro equipo de investigación está ocupado probando soluciones desarrolladas conjuntamente por grupos multidisciplinarios en nuestro canal de olas grandes. Este canal, el más grande de América del Norte, nos permite probar y optimizar soluciones y tecnologías en un entorno controlado antes de implementarlas en el mundo real.
Por ejemplo, actualmente estamos estudiando cómo la restauración de marismas costeras puede proteger contra la erosión costera y reducir la energía de las olas. Gracias al conocimiento obtenido de los experimentos, podemos desarrollar pautas para ayudar a los ingenieros a integrar la restauración de pantanos en proyectos futuros.
Adaptando soluciones para el San Lorenzo
En general, el mayor desafío para implementar soluciones basadas en la naturaleza es la falta de comprensión y orientación con respecto a su desempeño en regiones frías como Canadá. Recientemente se han publicado varias pautas a nivel internacional, pero tienden a ser de un nivel bastante alto sin detalles específicos sobre cómo implementarlas.
Por lo tanto, como investigadores, debemos probar soluciones relevantes para St. Lawrence en el laboratorio o en modelos de simulación para predecir cómo reaccionarán realmente.
También es importante establecer programas de monitoreo integrales y multidisciplinarios después de la implementación de estas soluciones para desarrollar una comprensión más profunda de cómo funcionan.
Si bien los gobiernos provinciales y federales han comenzado a implementar programas a largo plazo que incorporan soluciones sostenibles, es importante darse cuenta de que las orillas del San Lorenzo ya se están erosionando y seguirán erosionándose.
Debemos actuar rápidamente para resolver el problema de mañana.