Biodiversidad: los reptiles menos conocidos serían también los más amenazados
Martin Harvey a través de Getty Images
ANIMALES – Otra mala noticia para la biodiversidad. De hecho, los investigadores han demostrado que las especies de reptiles que no figuran en la lista científica tienen más probabilidades de estar amenazadas que las especies evaluadas.
Publicado el 26 de mayo en biología, el estudio es el resultado de un trabajo colaborativo de investigadores israelíes, ingleses, estadounidenses y australianos. Este último partió de la observación de que el número de especies amenazadas es muy superior a lo reflejado en la lista roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza).
Usando una nueva herramienta automatizada, luego asignaron categorías de riesgo de extinción de la UICN a diferentes especies de reptiles, en particular a aquellas para las que faltan datos o son deficientes. Así, resulta que el 40% de estos reptiles están preocupados por un riesgo más o menos alto de extinción.
Un (muy) gran problema de conservación
En total, esta investigación analiza 4.369 especies que antes no podían clasificarse por falta de datos. Para estimar el riesgo de extinción de cada uno, los investigadores desarrollaron un modelo informático de aprendizaje automático. Este último ofrece una precisión del 90% para calificar una especie en peligro de extinción o no, y del 84% en cuanto a la categoría de riesgo de extinción de dicha especie (en peligro, peligro crítico, etc., según en el modelo de la UICN).
Por lo tanto, como argumenta el coautor del estudio Uri Roll, “nuestro trabajo podría ser muy importante para ayudar a los esfuerzos globales a establecer prioridades para la conservación de especies en riesgo, por ejemplo, utilizando el mecanismo Lista Roja de la UICN”. Esta es una obligación, mientras que los investigadores son unánimes: “el estado de conservación de los reptiles es mucho peor de lo que se estima actualmente”.
Shai Meiri, coautor del estudio, especifica las especies en cuestión sujetas a este riesgo de extinción: se encuentran “en Australia, Madagascar y la cuenca del Amazonas (…). Además, es probable que los grupos ricos en especies, como los geckos y los elápidos (cobras, mambas, serpientes de coral y otros), corran un riesgo mayor que el que destaca actualmente la UICN.
Financiamiento de la protección de especies
El sistema de clasificación de la UICN sirve como base para las políticas y prácticas de conservación en todo el mundo. Sin embargo, el proceso de categorización de especies es mejorable, ya que no conocemos todas las especies a la perfección. Esto invariablemente crea lagunas en el análisis del riesgo de extinción.
Por eso también es difícil decir que una especie está extinta. Benoit Fontaine, ingeniero de investigación de CESCO, explica a los Huff Post que “una especie se extingue si no quedan más miembros vivos, pero es muy difícil de probar, porque pueden quedar algunos individuos muy bien escondidos”. El investigador también añade que “si una especie es declarada extinta, automáticamente se corta toda la financiación para protegerla a ella y a su hábitat”.
Por lo tanto, puede ser contraproducente declarar una especie extinta, cortando los fondos de conservación esenciales para muchos entornos. Es tanto más complejo cuanto que el dinero no fluye libremente para la preservación de la biodiversidad. Ante esta observación, Uri Roll afirma que “herramientas avanzadas como las que empleamos aquí (…) podrían reducir considerablemente el tiempo y el costo necesarios para la evaluación del riesgo de extinción”.
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