Podríamos necesitar 6 veces más de los minerales utilizados para energías renovables y baterías. ¿Cómo podemos evitar un gran aumento en los impactos de la minería?
Estamos viendo los mayores cambios en nuestros sistemas de energía y transporte desde la industrialización. Para 2026, se espera que la generación mundial de energía renovable iguale la producción total de combustibles fósiles y nuclear. La construcción de parques eólicos y solares, baterías y redes eléctricas que necesitamos para hacer funcionar nuestro sistema con energías renovables utilizará una gran variedad de minerales extraídos, conocidos como «minerales de transición».
Los números son asombrosos. La Agencia Internacional de Energía estima que la demanda de estos minerales se multiplicará por seis para 2040 para cumplir con los objetivos climáticos de muy por debajo de 2 ℃ de calentamiento. Podríamos necesitar 21,5 millones de toneladas solo para vehículos eléctricos y almacenamiento de baterías.
Los minerales de transición incluyen metales como litio, cobalto, cobre, grafito, magnesio y níquel. También incluyen tierras raras como neodimio, praseodimio, disprosio y terbio.
Actualmente, la minería proporciona casi toda nuestra oferta. La escala de la demanda de estos minerales podría resultar en casi 400 nuevas minas para 2035.
Para poner esto en perspectiva, Australia tiene alrededor de 350 minas operativas. Más del 50% del litio del mundo y gran parte de su cobre, cobalto, níquel y tierras raras provienen de nuestras minas.
Australia es sede del Congreso Mundial de Minería esta semana. Un tema clave para la industria es cómo podemos garantizar que los minerales necesarios para la transición energética se obtengan de manera responsable.
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¿Cómo podemos gestionar la demanda?
Podemos diseñar sistemas de energía y transporte para minimizar la demanda de minerales. Las estrategias incluyen:
- reducir nuestra dependencia de los automóviles y utilizar vehículos más pequeños
- mejorar la eficiencia energética
- avanzar hacia una economía circular que haga de la reutilización y el reciclaje una prioridad.
Todos estos cambios pueden reducir la necesidad de nuevas minas.
El reciclaje, por ejemplo, podría reducir la demanda de materiales extraídos. Para las baterías de iones de litio para vehículos eléctricos, las reducciones estimadas son del 25 % para el litio, del 35 % para el cobalto y el níquel, y del 55 % para el cobre para 2040.
Este contenido reciclado provendrá principalmente de baterías usadas. Sin embargo, grandes volúmenes de baterías de iones de litio no comenzarán a llegar al final de su vida hasta por lo menos una década. El reciclaje solo tendrá un impacto significativo a partir de 2035.
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La minería es inevitable, por lo que debemos limitar sus impactos
Si estamos destinados a continuar extrayendo los minerales necesarios para la transición energética, ¿cómo se puede hacer esto de manera responsable? ¿Y a qué nos referimos exactamente con abastecimiento responsable?
El abastecimiento responsable minimiza los impactos y riesgos ambientales, sociales y de gobernanza de la minería. Las principales preocupaciones incluyen el uso de trabajo infantil y trabajo forzoso, el daño al medio ambiente, los impactos sobre los derechos indígenas y el patrimonio cultural, y la corrupción.
En 2011, el gobierno australiano publicó una guía sobre minería sostenible. Los impactos dañinos históricos y recientes resaltan la necesidad de una nueva mirada a las prácticas mineras. En 2020, por ejemplo, Rio Tinto destruyó un sitio del patrimonio aborigen de 46 000 años de antigüedad en el desfiladero de Juukan.
Los pueblos de las Primeras Naciones de todo el mundo piden el consentimiento libre, previo e informado cuando se proponen proyectos de minería y energía renovable para sus tierras. Este enfoque reconoce el derecho a ser consultado en las primeras etapas del proceso, informado de los impactos y apoyado para participar en la negociación y la toma de acuerdos. Lo más importante es que incluye el derecho a decir que no.
En muchas partes de Australia, las comunidades indígenas se han visto privadas de oportunidades económicas, a pesar de que la minería genera una enorme riqueza en su país.
PKKP y Corporación Aborigen PKKP/AAP
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¿Qué implica el abastecimiento responsable?
¿Cómo hacemos las cosas de manera más responsable? Necesitamos garantizar que las actividades cumplan con una serie de criterios de sostenibilidad. Un estándar acordado significará que tenemos información que nos permite comparar las manzanas buenas y malas.
El problema es que no existe un enfoque común para medir, administrar y reportar el desempeño ambiental, social y de gobierno. Nuestra investigación reciente analizó la plétora de estándares voluntarios y certificaciones disponibles para los productores de materiales para baterías. No se ha adoptado ningún estándar mundial o australiano común.
Las empresas mineras más pequeñas también luchan con las complejidades administrativas de los informes de sostenibilidad y los criterios de gestión. Se necesita un lenguaje común acordado para la presentación de informes y la gestión. Solo entonces las soluciones de trazabilidad, como el «pasaporte de batería» habilitado para blockchain de Global Battery Alliance, pueden producir resultados confiables y comparables.
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Pongamos el listón alto
Nuestra investigación identificó la Iniciativa para la Garantía de Minería Responsable (IRMA) como uno de los estándares más rigurosos. Su credibilidad se basa en cómo se gobierna. Esto involucra a seis grupos de partes interesadas: empresas mineras, compradores, ONG, comunidades afectadas, organizaciones laborales y el sector financiero.
Todavía hay preguntas por responder. ¿Cómo se comparan las prácticas en Australia con el estándar? ¿Y cómo puede ayudar la reforma regulatoria a orientar las operaciones mineras en la dirección correcta?
Un enfoque en las prácticas ambientales, sociales y de gobierno en la Estrategia Australiana de Minerales Críticos, publicada la semana pasada, es un primer paso bienvenido.
Los problemas que deben estar al frente y al centro incluyen:
- impactos de la minería en el suministro de agua
- consentimiento libre, previo e informado de las comunidades de las Primeras Naciones
- planificación integrada para los impactos del cambio climático, como el clima extremo que puede afectar la gestión de los relaves mineros
- protección de la biodiversidad
- planificación del cierre de minas que integra la rehabilitación progresiva de los ecosistemas
- prácticas comerciales circulares para aprovechar al máximo lo que tenemos.
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Como nación minera líder, Australia está en condiciones de aprovechar su liderazgo ambiental histórico, mostrar una responsabilidad e integridad renovadas y predicar con el ejemplo. Entonces podemos ayudar a dejar el planeta en una forma que las generaciones futuras estarán orgullosas de heredar.