Hidrógeno 'verde' o 'azul': ¿qué diferencia hay? No mucho para la mayoría de los australianos.
El hidrógeno puede desempeñar un papel clave en la transición energética de Australia al brindarnos formas adicionales de almacenar y mover energía. A medida que el mundo avanza hacia una producción de energía más limpia, existe un impulso para que la producción de hidrógeno también sea más limpia. En Australia, el hidrógeno de bajas emisiones se produce principalmente de dos formas.
Un método produce lo que se conoce como “hidrógeno verde”. Utiliza electricidad producida a partir de energías renovables (como la solar, la eólica o la hidroeléctrica) para “descomponer” el agua en corrientes separadas de hidrógeno y oxígeno.
El otro método produce “hidrógeno azul”. Este proceso separa el hidrógeno de una mezcla de gases obtenida a partir de combustibles fósiles (carbón o gas natural), utilizando tecnologías de captura de carbono para hacer frente a las emisiones.
Si bien se utilizan diferentes colores para describir estos métodos, el producto resultante es el mismo: hidrógeno incoloro. Ambos métodos son opciones técnicamente viables.
Entonces, queríamos saber qué piensa el público sobre estos enfoques. Comprender las actitudes de las personas con más detalle ayudará a los científicos, la industria y los gobiernos a desarrollar tecnologías del hidrógeno de una manera que se alinee con los valores y expectativas de la comunidad.
Nuestra encuesta encontró sólo una ligera diferencia en las actitudes del público hacia los dos métodos cuando se describieron sin las “etiquetas” de color. El método de producción tuvo poco impacto en la disposición de la gente a aceptar diferentes usos del hidrógeno.
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¿Por qué necesitamos saber qué piensa la gente sobre el hidrógeno?
Hay un enfoque en ampliar la industria del hidrógeno para muchos propósitos, incluidos el transporte, la calefacción y los usos industriales, en Australia y en el extranjero.
Aunque hay planes para muchos usos nuevos, como propulsar vehículos, el hidrógeno ha tenido usos industriales durante mucho tiempo. En la actualidad, se utiliza principalmente para fabricar otros productos químicos, como el amoníaco para fertilizantes nitrogenados. Sin embargo, la mayor parte de este hidrógeno se produce a nivel mundial utilizando combustibles fósiles, que emiten carbono.
Ahora la atención se ha centrado en producir hidrógeno de bajas emisiones. Investigaciones anteriores han demostrado que los australianos son «cautelosamente optimistas» sobre el potencial del hidrógeno como combustible futuro. Queríamos explorar más de cerca las actitudes hacia los dos métodos de producción de bajas emisiones.
Comprender las actitudes del público es clave para promover la innovación responsable en beneficio de todos los australianos.
Lukáš Coch/AAP
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¿Cómo se hizo la encuesta?
Le pedimos a una muestra representativa de 1.900 australianos que compartieran sus pensamientos sobre vivir cerca de un hipotético centro de hidrógeno, un sitio donde el hidrógeno se almacena, transporta y utiliza localmente. A los participantes se les dijo que el hidrógeno se produciría cerca (a 200 kilómetros de distancia).
Queríamos investigar el efecto de los métodos de producción «verde» y «azul» en la aceptación. Para evitar introducir sesgos, solo explicamos el proceso técnico de cada método de producción. No los describimos usando colores. A la mitad de los participantes se les dijo que el hidrógeno se producía utilizando un método y a la otra mitad se les informó sobre el otro método.
Debido a que muchos australianos no conocen las tecnologías del hidrógeno, consultamos a expertos técnicos aquí en CSIRO para poder brindar información relevante sobre los métodos de producción y sus posibles impactos. A los participantes también se les mostró un breve vídeo de introducción al hidrógeno (que se muestra a continuación) al comienzo de la encuesta.
Luego hicimos una serie de preguntas para evaluar creencias, actitudes y niveles de apoyo a los métodos de producción y diversos usos del hidrógeno.
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Una ligera preferencia por lo 'verde'
Los participantes a quienes se les dijo que el hidrógeno se producía utilizando energía renovable (hidrógeno “verde”) tuvieron, en promedio, una actitud más positiva al respecto que aquellos a quienes se les presentó hidrógeno elaborado a partir de combustibles fósiles con tecnología de captura de carbono (hidrógeno “azul”). Sin embargo, la diferencia entre la evaluación general de los métodos de producción de los dos grupos fue bastante pequeña.
También exploramos las creencias que sustentan estas actitudes. A pesar de algunas diferencias en las creencias entre los dos grupos, muchas de estas diferencias fueron nuevamente bastante pequeñas. Y no hubo diferencias en la influencia percibida sobre el costo de vida y la creación de riqueza.
La mayor diferencia entre los grupos fue la percepción de reemplazabilidad de la tecnología. El hidrógeno azul se consideró el enfoque más reemplazable. La gente también informó que el hidrógeno azul tiene un peor impacto en el cambio climático y compite más con la producción de electricidad renovable.
¿Cuál es el impacto en la aceptación del hidrógeno?
Las pequeñas diferencias de opinión sobre los métodos de producción tuvieron poca influencia en la disposición de la gente a aceptar diferentes usos del hidrógeno. Por ejemplo, saber que un autobús funcionaba con hidrógeno azul tuvo un efecto relativamente débil en la disposición que la gente decía que estaría a utilizar un autobús de hidrógeno. Para la mayoría de las aplicaciones de hidrógeno presentadas, el apoyo fue bastante neutral independientemente de cómo se hiciera.
Un análisis más detallado mostró que las personas con actitudes proambientales más fuertes apoyaban más el hidrógeno verde. Aquellos con actitudes proambientales más débiles apoyaron más el hidrógeno azul.
Estos resultados sugieren que, hasta cierto punto, las visiones más amplias del mundo de las personas moldean sus evaluaciones de los métodos de producción. Aunque el hidrógeno azul tiene como objetivo abordar las emisiones de carbono, parece que quienes valoran fuertemente la preservación del medio ambiente ven que el hidrógeno azul tiene menos probabilidades que el hidrógeno verde de lograr este objetivo.
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Ninguno de los métodos se opone firmemente
Nuestra investigación muestra que no existe una fuerte oposición a ninguno de los métodos de producción de hidrógeno en esta etapa.
Los resultados sugieren que la industria del hidrógeno necesitará abordar las preocupaciones de que la tecnología del hidrógeno azul deba ser reemplazada más temprano que tarde. También es necesario tener claro su impacto en el medio ambiente y su potencial para competir con la energía procedente de energías renovables.
A pesar de estas preocupaciones, parece que el método de producción no frena la aceptación del hidrógeno en esta etapa. A medida que la industria crece, las creencias públicas actuales sugieren que será cada vez más importante demostrar que el uso de hidrógeno es seguro y eficaz, y que no competirá con otras tecnologías de energía renovable.