El nuevo plan de Sudáfrica para poner fin a los cortes de energía tiene graves defectos. Este es el por qué
Sudáfrica experimentó una escasez de electricidad sin precedentes en 2023, ya que las antiguas plantas de carbón se volvieron cada vez más propensas a sufrir averías. El país necesita urgentemente desarrollar nuevas instalaciones de generación de electricidad y reducir la dependencia de la energía del carbón.
En la primera semana de 2024, el ministro de energía de Sudáfrica, Gwede Mantashe, publicó una propuesta de hoja de ruta para el futuro de la electricidad en Sudáfrica. Desafortunadamente, el borrador del Plan Integrado de Recursos es una gran decepción. Calificado por algunos analistas de “chapucero”, el plan contiene, entre muchos fallos, enormes errores en el cálculo de los costes de los diferentes escenarios energéticos futuros.
En primer lugar, las estimaciones de costos del plan no son creíbles. Ni siquiera considera la combinación más económica de electricidad nueva y adicional: principalmente eólica y solar fotovoltaica, con algo de almacenamiento en baterías. En cambio, el plan afirma erróneamente que los escenarios con uso intensivo de gas son más baratos.
En segundo lugar, el plan dice que el gobierno debe construir 6.000 MW de nuevas centrales eléctricas alimentadas con gas para 2030. Esta idea ha sido enérgicamente rechazada por grupos ambientalistas y otros grupos de la sociedad civil con el argumento de que un mayor uso de combustibles fósiles aceleraría el calentamiento global. Otro problema es que el gas tendría que importarse, lo que dejaría a Sudáfrica a merced de las fluctuaciones internacionales del precio del gas. El tipo de inversión en gas que se necesita requeriría grandes construcciones nuevas, que invariablemente terminan con importantes retrasos y sobrecostos.
El nuevo borrador del plan podría comprometer a Sudáfrica a adoptar soluciones innecesariamente costosas. Esto dañará las perspectivas económicas y elevará los costos de la energía a niveles inasequibles.
Los escenarios energéticos del plan
El primer escenario es un “Caso de Referencia”, que propone que toda la electricidad adicional se genere la mitad con gas y la otra mitad con energía eólica y solar. El borrador del plan afirma erróneamente que ésta es la opción más rentable.
El segundo es un escenario de “energía renovable”, en el que no se construyen nuevas plantas de carbón, nucleares y de gas, pero en el que sólo alrededor de un tercio de la nueva inversión en energía solar se haría en forma de tecnología fotovoltaica. Este escenario dice que la mayor parte de la nueva capacidad solar sería proporcionada por energía solar concentrada, que rara vez se considera globalmente hoy en día porque es mucho más cara que la tecnología fotovoltaica. Anteriormente, la energía solar concentrada tenía la ventaja de poder almacenar calor durante unas horas, generando electricidad después del atardecer. Pero esto ahora se puede lograr con la tecnología fotovoltaica y el almacenamiento en baterías.
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El tercer escenario es “Renovable más Nuclear”, donde alrededor de 15.000 MW de nuevas construcciones nucleares proporcionarían la electricidad atribuida a la energía solar concentrada en el escenario anterior totalmente renovable.
El cuarto es un escenario de “apagado retrasado”. Según este plan, la vida útil de las plantas de carbón del país se extendería varios años cada una, mucho más allá de las fechas de cierre proyectadas para estas plantas.
La última opción propuesta por el gobierno es un escenario de “Carbón Renovable Plus”, donde nuevas plantas de gas y carbón reemplazarían la capacidad atribuida a la energía solar concentrada o a la nuclear en los otros escenarios.
Curiosamente, no se prevé lo que probablemente sea la opción más rentable: un escenario de energía renovable que utilice tecnología fotovoltaica y con mayor almacenamiento.
No está claro cómo el gobierno calculó los costos de la nueva energía
No sabemos cuánto costó el gobierno a estos escenarios porque el borrador del plan no establece los costos por tecnología. En cambio, afirma haber utilizado el informe de costos nivelados de energía de Lazard de abril de 2023 para calcular cuánto costaría cada nueva forma de energía.
Pero este no parece haber sido el caso. Lazard es el banco de inversión independiente más grande del mundo. Sus informes son ampliamente reconocidos como autorizados. Los costos que Lazard ha calculado para las diversas tecnologías (renovables, carbón, gas y energía nuclear) son muy diferentes de los costos que el gobierno debió haber utilizado en el borrador del plan.
Si los planificadores del ministerio hubieran utilizado el cálculo de costes energéticos de Lazard, habrían llegado a una conclusión muy diferente. Hay tres explicaciones posibles: que los planificadores no usaron el cálculo de costos de Lazard, o lo usaron incorrectamente, o sus cálculos de costos son incorrectos.
¿Cuáles son los costos de los diferentes escenarios energéticos?
Lazard establece estos costos por megavatio hora de electricidad:
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energía solar fotovoltaica a gran escala: entre 24 y 96 dólares EE.UU. por MWh
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Energía solar fotovoltaica a gran escala más almacenamiento: entre 46 y 102 dólares por MWh
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energía eólica terrestre: 24-75 dólares por MWh
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carbón: entre 68 y 166 dólares EE.UU. por MWh para el carbón de una planta de carbón de nueva construcción y entre 29 y 74 dólares EE.UU. por MWh para el carbón de una planta existente
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nuclear: entre 141 y 221 dólares por MWh para nuevas construcciones; US$ 29-34 por MWh para la planta existente.
Lazard informó por última vez los costos de la energía solar concentrada en 2019: 141 dólares por MWh, que es exactamente el extremo de bajo costo de la energía nuclear. Sin embargo, la energía solar concentrada ya no se actualiza en el informe Lazard, ya que casi todas las plantas solares desarrolladas en los últimos años son fotovoltaicas. Por lo tanto, no hay manera de que el escenario “Renovables más Nuclear” pueda resultar más barato que el de las energías renovables únicamente, como se afirma en el borrador del Plan Integrado de Recursos.
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Estos costos muestran claramente que la energía eólica y solar son las opciones más baratas. Sudáfrica tiene niveles de insolación extraordinariamente altos y buenos vientos, lo que reduciría los costos de la energía solar y eólica a niveles cercanos a los más bajos de los rangos citados anteriormente. Por tanto, es inexplicable que el equipo del ministerio haya llegado a la conclusión de que el escenario de las “Energías Renovables” es, con diferencia, el más caro.
Un buen plan eléctrico es clave para garantizar la seguridad energética de un país. Es imperativo que se declaren los supuestos exactos hechos en el modelo y que el gobierno aclare los cálculos.