Conozca a cinco influencers virtuales que inspiran la acción climática
Animar a la gente a que actúe en favor del clima sigue siendo una de las tareas más importantes y, a la vez, más difíciles de este siglo. En un momento en que todavía prevalece el escepticismo sobre el cambio climático, es fundamental encontrar formas innovadoras de fomentar la acción en favor del medio ambiente.
Los influencers virtuales (influencers de redes sociales que no son humanos) podrían ser parte de la solución. Sus avatares y publicaciones se crean utilizando imágenes generadas por computadora y, cada vez más, con inteligencia artificial. En comparación con sus contrapartes humanas, los influencers virtuales no tienen vida privada, tienen menos probabilidades de verse involucrados en escándalos y tienen una menor huella de carbono. Además, debido a su falta de libre albedrío, su contenido se puede adaptar más fácilmente a las necesidades de los anunciantes (por ejemplo, gobiernos u organizaciones benéficas que promueven objetivos climáticos).
Los influencers virtuales pueden ser embajadores eficaces de causas relacionadas con el clima, aunque con algunas salvedades.
Mi investigación, realizada con colegas de la Universidad de Sheffield, sugiere que la gente en general acoge con agrado la idea de que personas influyentes virtuales se sumen a la conversación sobre el cambio climático y promuevan acciones proambientales.
Nuestros hallazgos indican que la eficacia de los influencers virtuales a la hora de promover la acción climática aumenta significativamente cuando utilizan un lenguaje más cálido y empático en sus publicaciones, en contraste con el menor impacto de los estilos de comunicación menos cálidos y más científicos. Las personas se perciben más conectadas emocionalmente con el influencer virtual cuando se utiliza un lenguaje más cálido. Las personas que no confían en los expertos y los científicos, en particular, muestran una mayor disposición a participar en la acción climática cuando los influencers virtuales utilizan un lenguaje más cálido en sus publicaciones.
Estos cinco influencers virtuales muestran cómo las personalidades digitales pueden promover eficazmente la acción climática:
1. Miquela Sousa
Miquela Sousa (también conocida como Lil Miquela) es una de las influencers virtuales más famosas, con alrededor de 2,5 millones de seguidores en Instagram. Conocida por sus colaboraciones con marcas de moda de alto perfil como Prada y Calvin Klein, Miquela es descrita como una activista.
Miquela es un ejemplo de influencer virtual con apariencia humana. Los investigadores han descubierto que la confianza en los mensajes proambientales de los influencers virtuales aumenta si tienen una apariencia más humana.
Los influencers virtuales también son más eficaces a la hora de promover la acción climática si pertenecen a la misma raza que la audiencia. La similitud étnica parece ser especialmente eficaz si el comportamiento proambiental es relativamente sencillo y de bajo coste (por ejemplo, el reciclaje). Sin embargo, cuando la acción climática es más cara (como la compra de compensaciones de carbono), los influencers virtuales étnicamente diferentes son percibidos como más fiables.
2. Noonoouri
Noonoouri es una popular influencer virtual con 454.000 seguidores en Instagram. También es una músico de inteligencia artificial, conocida por su estilo de vida vegano y su pasión por la moda sostenible.
Un estudio reciente concluyó que los influencers virtuales pueden ser tan eficaces como los influencers humanos a la hora de promover acciones a favor del medio ambiente si sus publicaciones en las redes sociales se crean en nombre de una marca. Sin embargo, si la iniciativa no cuenta con el apoyo de una marca, los influencers humanos siguen siendo más eficaces a la hora de promover la acción climática. La siguiente publicación ilustra este enfoque:
3. Shudu.Gram
Con 240.000 seguidores en Instagram, Shudu.Gram, descrita como la “primera supermodelo digital del mundo” en su biografía de Instagram, ha aparecido en Vogue y Cosmopolitan y ha colaborado con marcas de lujo como Balmain.
En algunas de sus publicaciones, promueve la moda sostenible. Al igual que su compañera influencer virtual Miquela, Shudu.Gram es un ejemplo de influencer virtual con apariencia humana.
4. Influenciador de abejas
Bee_nfluencer es el primer “influencer de abejas” desarrollado por la agencia gubernamental francesa Fondation de France con la misión de salvar la población de abejas en declive. El influencer se centra en salvar a las abejas y tiene 225.000 seguidores en Instagram.
5. Vida.Kit
Vida.Kit, una joven influencer virtual y ecológica con 8.700 seguidores en Instagram, fue desarrollada por un equipo de la Universidad de Sheffield para educar a niños y adolescentes sobre el comportamiento sostenible y el cambio climático. A Vida se la suele ver con su compañero Hank, el gato. Las investigaciones muestran que la presencia de un acompañante de un influencer virtual aumenta la fiabilidad y la eficacia de sus publicaciones.
A pesar de un reciente aumento de popularidad, algunos pueden considerar que los influencers virtuales no son auténticos, especialmente cuando debaten cuestiones sociopolíticas como la imagen corporal, la vida saludable, la violencia sexual o el cambio climático.
A menudo no queda claro si estas publicaciones las genera una IA, una agencia de publicidad o un grupo de expertos políticos. Esta falta de transparencia puede reducir la confianza en las afirmaciones de los influencers virtuales.
Si bien el uso de influencers virtuales en lugar de humanos ofrece muchos beneficios para los anunciantes, es esencial saber cómo utilizarlos de manera eficaz. Las investigaciones sobre la eficacia de los influencers virtuales para promover la acción climática aún están en sus primeras etapas: la mayoría de los estudios citados aquí se han publicado en los últimos meses.
Los influencers virtuales pueden ser una herramienta interesante para alentar a nuevas audiencias a luchar por la protección de nuestro medio ambiente. Las audiencias jóvenes, desconectadas y marginadas parecen ser un público objetivo adecuado para este tipo de campañas proambientales. Como los medios tradicionales ya no son eficaces para llegar a estas audiencias, el uso de herramientas de comunicación innovadoras puede ser clave en la lucha por proteger nuestro planeta.