Cómo mantener contenidas las conspiraciones de COVID-19
Junto con COVID-19, algo más se está extendiendo por todo Estados Unidos: teorías de conspiración. En los callejones oscuros de Internet, la gente ha inventado una vertiginosa variedad de explicaciones infundadas para la pandemia.
El fenómeno no sorprende a John Cook, científico cognitivo de la Universidad George Mason.
“Cuando las personas se sienten amenazadas, cuando se sienten fuera de control, cuando sienten que los eventos aleatorios les están pasando por encima, son más vulnerables o tienden a gravitar hacia las teorías de la conspiración, porque les da a las personas una sensación de control. Simplemente nos sentimos incómodos con la aleatoriedad. Los humanos somos detectores de patrones. Necesitamos significado; necesitamos control; necesitamos saber que hay un sistema, hay un orden en el funcionamiento del mundo”.
La experiencia de Cook es estudiar la negación climática y ve muchas similitudes con las conspiraciones de COVID. Ambos juegan con la desconfianza hacia la ciencia y la tensión entre la libertad personal y la necesidad de proteger a la sociedad en su conjunto. La diferencia, dice Cook, es la gran cantidad de mitos sobre el COVID y la rapidez con la que se propagan.
“Siento que estoy tratando de recoger el agua de la inundación con una cuchara”.
Él y sus colegas esperan construir una presa alertando al público sobre la prevalencia de la desinformación. Recientemente lanzaron una guía llamada Cómo detectar las teorías de conspiración de COVID-19. Cook también está produciendo una serie de videos de YouTube.
La clave es identificar las características del pensamiento conspirativo. Los signos reveladores incluyen tener creencias contradictorias, ver signos de intenciones nefastas en el trabajo y reinterpretar eventos aleatorios como prueba de un plan oculto. Por ejemplo, algunos han tratado de vincular el brote de coronavirus con la tecnología inalámbrica 5G, que también se lanzó en 2019.
“Eso no puede ser una coincidencia, ¿verdad? En realidad, sí, es una coincidencia. Baby Yoda salió en 2019, pero Baby Yoda no causó el COVID”.
Cook dice que puede ser difícil descartar una teoría de la conspiración una vez que se arraiga. Las personas a menudo desacreditan la información contradictoria simplemente ampliando la escala de la trama: quienes están detrás de la nueva evidencia también deben estar involucrados.
Un mejor enfoque, dice Cook, es inocular a las personas contra la desinformación al explicarles qué buscar por adelantado.
“Cuando alguien te lanza una discusión, si ves estas banderas rojas, entonces ten cuidado de que podría ser una teoría de conspiración sin fundamento”.
La investigación de Cook ha demostrado que la inoculación ayuda a evitar que las personas caigan en conspiraciones climáticas. Hasta que haya una vacuna COVID, tal vez al menos pueda brindar protección contra la charlatanería de coronavirus.
—Julia Rosen
[The above text is a transcript of this podcast.]